Cuando pensamos en nuestro bienestar, pocas veces se nos viene a la mente el suelo pélvico, aunque juega un rol central en nuestra salud íntima y sexual. No importa si tenés 20 o 50 años, fortalecer esta zona es un hábito que mejora nuestra calidad de vida en más de un sentido. Hoy te contamos qué es, por qué es tan importante y cómo las famosas bolas Kegel pueden ayudarte a mantenerlo en forma.
¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos: la vejiga, el útero (en el caso de las mujeres) y el recto. Imaginátelo como una “hamaca” que sostiene todo lo que está en la parte baja de tu abdomen. Su función es mantener esos órganos en su lugar, asegurando su buen funcionamiento.
Cuando el suelo pélvico está fuerte, todo fluye: controlás mejor la vejiga, prevenís problemas como las pérdidas de orina y, además, potenciás tu placer sexual. Ahora, cuando pierde fuerza… ahí empiezan los problemas.
¿Por qué es importante fortalecer el suelo pélvico?
El tiempo, los cambios hormonales, los partos, la menopausia o incluso una rutina sedentaria pueden debilitar el suelo pélvico. Esto puede traer:
- Pérdidas involuntarias de orina, sobre todo al toser, estornudar o hacer ejercicio.
- Disminución del placer sexual, ya que la zona pierde tonicidad y sensibilidad.
- Prolapsos, cuando los órganos internos descienden por falta de soporte muscular.
La buena noticia es que podemos fortalecerlo a cualquier edad. Cuanto antes empieces a ejercitarlo, más beneficios vas a sentir. En mujeres jóvenes, mantener un suelo pélvico fuerte previene futuras complicaciones; y a partir de los 40, se vuelve clave para compensar los cambios hormonales naturales.
¿Cómo te ayudan las bolas Kegel?
Las bolas Kegel, también conocidas como bolas chinas, son uno de los mejores aliados para fortalecer el suelo pélvico de una manera simple y efectiva.
👉 ¿Qué son?
Son pequeñas esferas, generalmente de silicona médica, que se colocan dentro de la vagina y que ejercitan los músculos del suelo pélvico a través del peso y el movimiento.
👉 ¿Cómo funcionan?
Cuando introducís las bolas Kegel, tus músculos pélvicos se contraen de manera natural para sostenerlas en su lugar. Este esfuerzo actúa como un ejercicio, fortaleciendo la zona progresivamente. Es como llevar al gimnasio a tu suelo pélvico.
👉 Beneficios de usar bolas Kegel:
- Fortalece y tonifica los músculos del suelo pélvico.
- Mejora el control de la vejiga, previniendo pérdidas de orina.
- Potencia el placer sexual, aumentando la sensibilidad y permitiéndote tener orgasmos más intensos.
- Acelera la recuperación posparto, ayudando a que los músculos vuelvan a su tono natural.
- Previene prolapsos y otros problemas derivados de un suelo pélvico débil.
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¿A partir de qué edad puedo empezar?
No hay una edad exacta, pero a partir de los 20 años ya es un buen momento para empezar a prestar atención al suelo pélvico. Las bolas Kegel son perfectas para prevenir problemas en mujeres jóvenes y también para recuperar fuerza en mujeres más grandes.
Si estás atravesando el postparto, la menopausia, o simplemente querés mejorar tu calidad de vida y disfrutar más en la cama, nunca es tarde para empezar.
Cómo usar las bolas Kegel paso a paso
- Elegí el peso adecuado: Si sos principiante, empezá con bolas livianas y aumentá progresivamente.
- Colocá lubricante: Usar un poco de lubricante a base de agua ayuda a que la inserción sea cómoda.
- Introducí las bolas suavemente: Colocalas dentro de la vagina, dejando un extremo fuera para retirarlas fácilmente.
- Mantenelas en su lugar: Al principio, podés usarlas por 10-15 minutos al día mientras estás de pie o caminás. A medida que tus músculos se fortalezcan, podés aumentar el tiempo.
- Sé constante: Como cualquier ejercicio, la clave está en la regularidad.
Rutina básica para fortalecer tu suelo pélvico
Si querés complementar el uso de las bolas Kegel, te dejamos una rutina de ejercicios simples que podés hacer en casa:
- Ejercicio de contracción y relajación
- Acostate boca arriba con las rodillas flexionadas.
- Contraé los músculos del suelo pélvico (como si intentaras detener el flujo de orina).
- Mantené la contracción durante 5 segundos y relajá otros 5 segundos.
- Repetí 10 veces.
- Contracciones rápidas
- Contraé y relajá los músculos del suelo pélvico lo más rápido que puedas durante 10 segundos.
- Descansá 10 segundos y repetí el ejercicio 3 veces.
- Puente pélvico
- Acostate boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo.
- Elevá la pelvis hacia arriba, contrayendo el suelo pélvico al mismo tiempo.
- Mantené la posición durante 5 segundos y bajá lentamente.
- Hacé 3 series de 10 repeticiones.
- Sentadillas suaves
- Colocá los pies separados al ancho de tus caderas.
- Bajá lentamente en posición de sentadilla, contrayendo el suelo pélvico.
- Volvé a subir despacio mientras relajás.
- Realizá 2 series de 10 repeticiones.
- Respiración consciente
- Sentate cómoda y enfocá tu respiración en el abdomen.
- Al exhalar, contraé los músculos del suelo pélvico.
- Inhalá profundamente y relajalos.
- Repetí durante 2-3 minutos.
Un regalo para tu bienestar
Cuidar tu suelo pélvico no solo mejora tu salud, sino que también transforma tu relación con el placer. Las bolas Kegel son prácticas, discretas y un excelente complemento para tu rutina de autocuidado.
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