En Intimia recibimos un montón de mensajes que, aunque distintos, tienen un hilo en común. Mujeres que nos cuentan que les cuesta llegar al orgasmo cuando están con su pareja. Hombres que quieren saber qué juguete pueden usar para estimular a su mujer. Consultas del estilo: “¿hay algo que me ayude a acabar?”, o “yo siempre termino, pero ella no”.
Y todas estas preguntas abren la puerta a una conversación más profunda: la famosa brecha orgásmica.
Sí, esa diferencia enorme (y bastante injusta) entre lo que sienten unos y lo que no siempre sienten otras en la cama.
¿Qué es la brecha orgásmica?
La brecha orgásmica es la diferencia en la frecuencia con la que las personas alcanzan el orgasmo durante las relaciones sexuales, y (alerta spoiler) suele estar fuertemente marcada por el género.
Según un estudio publicado en Archives of Sexual Behavior, mientras que los hombres heterosexuales llegan al orgasmo en el 95% de los encuentros, las mujeres heterosexuales lo hacen solo en el 65%.
Es decir: las mujeres son quienes menos alcanzan el orgasmo en encuentros sexuales compartidos. Y no es casualidad.
¿Por qué existe la brecha orgásmica?
La respuesta corta sería: porque el sexo sigue estando muy centrado en el pene. Pero vamos a desmenuzarlo un poco más.
1. Desinformación
Todavía hay muchas personas que creen que el orgasmo femenino “viene solo” o que es más difícil de alcanzar. Spoiler: no. El clítoris es el centro del placer, pero muchas veces ni se lo nombra.
Como bien señala Laurie Mintz, psicóloga e investigadora especializada en sexualidad femenina, la principal razón detrás de esta desigualdad es “nuestra ignorancia cultural del clítoris”. Y agrega algo clave: “suele nombrarse erróneamente los genitales femeninos por la parte —la vagina— que da orgasmos confiables a los hombres, pero no a las mujeres”.
2. El guion sexual tradicional
Ese que dice que el sexo empieza con besitos, sigue con penetración y termina cuando él eyacula. Si eso fuera una serie de Netflix, muchas personas ya hubiéramos cambiado de canal en el minuto tres.
3. La cultura del complacer
Muchas mujeres fueron (y siguen siendo) criadas para priorizar el placer ajeno. Y eso, por supuesto, se mete en la cama también. El foco suele estar puesto en que el otro disfrute, y el propio deseo queda en segundo plano.
4. Falta de comunicación
Nos cuesta pedir lo que queremos. Decir qué nos gusta, cómo, cuándo y con qué intensidad. Y sin esa información, es difícil que el otro acierte.
Dato curioso que da que hablar…
¿Sabías que los hombres tienen tasas de orgasmo bastante consistentes en sus encuentros sexuales, sin importar su orientación? Pero lo interesante es que las mujeres que tienen sexo con mujeres reportan tasas de orgasmo mucho más altas —hasta un 83%— que las que tienen sexo con hombres.
¿La gran diferencia? En esos encuentros se prioriza muchísimo más la estimulación del clítoris, que es clave para cerrar la brecha orgásmica. No debería ser una excepción, sino lo más normal del mundo.
¿Cómo cerrar la brecha orgásmica?
Acá no se trata de echar culpas, sino de generar cambios. Porque el placer no debería ser un privilegio, sino parte de la experiencia sexual para todas las personas.
1. Conocé tu cuerpo
Antes de que alguien más sepa cómo darte placer, tenés que saberlo vos. Explorate, tocate, usá juguetes sexuales, descubrí qué te gusta y qué no.
Si querés más consejos sobre cómo llegar al orgasmo, acá tenemos un artículo que te puede ayudar: 7 Consejos para Tener un Orgasmo
2. Hablá sin culpa
Decir lo que te gusta, guiar con la mano, proponer algo nuevo… no es exigente, es parte de tu derecho al placer. El consentimiento y la comunicación son aliados del orgasmo.
3. Redefiní lo que es “sexo”
No todo tiene que incluir penetración. El sexo oral, los juegos, los masajes, los besos largos, los juguetes… todo eso también cuenta.
4. Incorporá juguetes sexuales (y no solo en soledad)
Usar juguetes en pareja no reemplaza a nadie: potencia. Un vibrador sobre el clítoris mientras hay penetración puede cambiarlo todo.
Si no sabés por dónde empezar, te dejamos algunas opciones de Intimia:
5. Educate (y educá)
Leé, escuchá, compartí información real y sin tabúes. Seguí cuentas y proyectos que hablen con respeto sobre sexualidad.
Recomendación top: el libro “Come As You Are” de Emily Nagoski y su TED Talk.
Para cerrar y abrirnos al placer
La brecha orgásmica no se va a cerrar sola. Pero con ganas, información, juguetes, conversaciones sinceras y orgasmos reales, se puede achicar. Y mucho.
Porque sí, las mujeres siguen siendo las que menos frecuentemente llegan al orgasmo en las relaciones sexuales. Pero eso puede cambiar. De hecho, está cambiando.
¿Te sumás a la revolución del placer?